Un raro sencillo con Martin hacienda las vocales principales, Lust demuestra que  el lujo de tener acceso a  más de una persona que pueda cantar. Alan explica:

“Por lo regular era bastante fácil la voz de quién le quedaría bien a una canción en particular. En general, la voz de Martin tienden a encajar en las baladas y la de Dave tiende a adaptarse a canciones más estridentes.”

También fue un típico periodo en la historia musical de DM  que un gran número de combinación de sonidos fueran empleados, vocales y ruidos metálicos, por ejemplo. Como en los dos discos anteriores, éstos se mezclarían y procesarían en el Synclavier de Daniel.

Un sampler/sintetizador de última generación que sonaba genial, el Synclavier era una bestia sobrevaluada que requirió de cuatro hombres para ensamblarlo debido a todas sus cajas adicionales. Alan comenta:

“Francamente, era un poco de un hijo de puta para usarlo. Era tan caro que casi nadie podía permitirse tener uno, excepto uno o dos productores, Dan Millar era uno y también Trevor Horn  que yo recuerde, quien producía a Frankie Goes To Hollywood.”