COBERTURA ESPECIAL DE DEPECHEMODE.COM.MX

-sólo se mencionan las canciones que siempre incluyen en su setlist-

Por Ana Soto

Leipzig, Alemania, 8 jun.- ¿Alguien dice que a este hombre lo acaban de operar? ¿Que tiene días que salió de la convalecencia? Que alguien nos enseñe el certificado médico, porque esta noche vimos cantar y bailar a Dave casi igual que siempre. Unos giros menos en Question of time, un poco menos de voz en Walking in my shoes y un 2% menos de energía en su batería, de ahí en fuera, el mismo Dave de siempre: coqueteando con las fans de primera fila, entregando el alma en cada canción, moviendo las caderas como sólo él sabe...

 No hubo evidencia de su enfermedad, pero tampoco hubo palabras agradeciendo la espera, la paciencia, el apoyo, sólo los tradicionales Thank you o I can't hear you. Nada más.

Mientras los visuales de Anton resultaron una vez más deslumbrantes, al resto de la banda también se le notó ese 2% por debajo de sus niveles, quizá porque prácticamente éste era, una vez más, el concierto de arranque de la gira, y los incios siempre son difíciles; o tal vez por recomendación del doctor, que pidió que Dave no se esforzara demasiado. No lo sabemos, pero seguramente lo averiguaremos en los siguientes conciertos.

Martin, más concentrado en la música que en interactuar con el público, entregó un par de sus bellas canciones. Y más tarde también compartió con Dave el cierre del show. 

Entre las novedades, destaca una de aquellas viejas canciones perfectamente traida al aquí y ahora, la cual sin duda representa uno de los mejores momentos del concierto. 

Tras dos horas de show y dos regresos al escenario, Depeche Mode dio por terminada su actuación para dirigirse a la ciudad de Berlín. Y hacia allá vamos nosotros también.

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