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-este artículo contiene nombres de canciones y descripciones del concierto-

Por Ana Soto 

Frankfurt, Alemania, 12 jun.- ¿Por dónde empezar? ¿Por los errores o por los horrores? Quizá por los horrores. Cuesta trabajo creer que en este país tan avanzado, donde hace más de 20 años Martin solía adentrase a los más oscuros antros underground, donde la estética y las prácticas sado-maso eran cosa común, se haya censurado uno de los videos más cargados de erotismo que jamás hayan hecho para sus giras.

Cuesta trabajo creerlo, y dan ganas de pensar que fue un error técnico, que la señal de salida de video se averió, que una ardilla se comió el cable, lo que sea, pero curiosamente algunas de las imágenes bellamente creadas por Anton Corbijn para Strangelove, intermitentemente aparecían y desaparecían, como queriendo ocultar las imágenes cargadas de sexualidad que se da entre dos chicas en pantalla. Sí, hay fetichismo y dominación, pero bajo el ojo de Anton todo se mantiene dentro de una atractiva estética.

Se sabe que en Tel Aviv este video también fue censurado, e incluso se entiende, pero ¿aquí?

En la primera foto se ve la proyeccion del video; en la segunda aparece Dave y la pantalla totalmente en rojos en lugar de proyectar el video.

Los errores
It’s no good sigue siendo la piedrita en el zapato de Dave, aún no encuentra el momento adecuado para comenzar a cantar y debió repetir su entrada.

Peor todavía, esta vez le sucedió lo mismo ni más ni menos que en plena canción con la que inicia el concierto: In chains. Otra vez, a repetir la entrada.

A diferencia de Berlín, los fans aquí sí trajeron los globos de colores que sin duda serán la constante de toda la gira. ¿El error? Los soltaron una canción antes de lo que debían.

Pero no se asusten, fue un buen concierto y también estuvo lleno de detalles buenos: el hecho de ser un estadio techado permitió que todo sonara mejor, incluso los momentos en que cada canción era coreada por la multitud se escuchaban más imponentes. Los fans pusieron el toque emotivo al traer consigo luces de bengala, de esas que se usan para pedir posada, y las prendieron para acompañar Waiting fot the night, haciéndola más emotiva. Y lo más importante de todo, la banda sigue con buen ánimo, ya encarrerada para la gira, las canciones se suceden una tras otra con mayor rapidez, y terminaron tan felices este concierto que incluso pudimos contemplar el momento en que, como chamacos de secundaria, Andy intentó aplicar el típico piquete de costillas a Martin y éste con agilidad lo bloqueó con el codo, estampas así te dejan una gran sonrisa en el rostro.