Fuente: San Francisco Examiner

Por: Tom Lanham 

Traducción: Ana Soto

SAN FRANCISCO.-  La primera vez que se escucha, el nuevo disco de Depeche Mode, "Sounds of the Universe" puede parecer que es más de los mismos siniestros recursos del trío británico, con motivos góticos de sintetizador, apoyados por los fúnebres cantos del vocalista Dave Gahan. 

Sin embargo, al profundizar en las canciones, la mayoría compuestas por el hipnotista de la banda y tecladista, Martin Gore, emerge un patrón temático: fácilmente, este es el más espiritual conjunto (de canciones) de sus tres décadas de carrera. 

"En realidad, así es como lo veo", dice Gore, quien acaba de llegar a unos inusualmente reflexivos 48 años. 

"El disco no había empezado a tener ese sentido hasta hasta que escribí canciones como Peace y Little Soul, luego me di cuenta de los grandes temas que estaba confrontando." 

La letra de Peace se lee como la reafirmación de un propósito: "Esta vez, estoy dejando atrás la amargura/estoy limpiando mi mente... la paz llegará a mí". 

Gore, quien llevará a Depeche Mode al Shoreline Amphitheatre (San Francisco) el próximo miércoles  miércoles (12 de agosto), comenta que encontró la serenidad a través de la sobriedad. Hace tres años, a mitad de nuestra gira mundial, dejó de beber, y le entró el síndrome de abstinencia. 

"Sufrí de ataques de pánico, siempre estaba irritable y de malhumor, y cuando sumé toda la cantidad de alcohol que había consumido, el total fue verdaderamente horrorizante", recuerda. Fue aun más horrible darse cuenta que "Nunca antes en mi vida había pisado un escenario estando sobrio. Así que esa fue la primera gira que hice sin una gota de alcohol, y me preparé para ello, como si fuera un boxeador profesional."

¿Cuál fue la gota que derramó el vaso para que Gore supiera que tenía un problema? Entre risass cuenta: 

"Hubo muchísimos momentos, pero ninguno me trastocó. Es decir, una vez tuve convulsiones en un barco que se encontraba en un pantano de Luisiana, y de buenas caí hacia adelante. Si me hubiera caído hacia atrás, habría aterrizado en un pantano lleno de caimans, en serio. Pero incluso ese momento no me impidió que siguiera bebiendo." 

Gore aún tiene recordatorios de su mortalidad, como durante el show en Atenas, Grecia, cuando a Gahan lo llevaron de emergencia al hospital después de colapsarse en su vestidor. 

"Nos estamos poniendo un poco viejos, eso lo prueba el susto por el possible cáncer de Dave", explica Gore. "Al principio fue diagnosticado con gastroenteritis, pero recelosos, los médicos hicieron un escáner y encontraron un sombra en su vejiga que resultó ser un tumor maligno. Es un milagro que lograron encontrarlo de forma tan anticipada ". 

Al final, Gore, divorciado y padre de tres hijos, quiere permanecer aquí, junto a sus hijos. 

"He aprendido que para mí, personalmente, el beber ya no es una opción", admite. "En el momento en que abra esa puerta, incluso una pequeña grieta, estaría totalmente abierta en 24 horas. Porque yo siempre podría encontrar una razón para beber."