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Santa Barbara, Depeche solos, llenando el escenario
depechemode.com.mx - Colaboradores
Sábado, 22 de Agosto de 2009 14:17

COBERTURA ESPECIAL DEPECHEMODE.COM.MX

Fotos: Ana SotoPor: Ana Soto

Santa Barbara, California.- Hacia abajo está el mar y una interminable hilera de palmeras. Hacia arriba una colina en la que prácticamente se oculta el Santa Barbara Bowl. Hace frío y calor. Un sol que quema y un viento que congela. Así son los contrastes en este -un casi exclusivo centro vacacional- rincón de California.

Por eso no es extraño ver que la gente sube la empinada colina vistiendo shorts, chanclas y playeras para ver a Depeche Mode. Y por eso mismo, al vernos alguien nos grita: Hey, ustedes sí son verdaderos fans de Depeche, vienen todos vestidos de negro.

Con una sonrisa de satisfacción y tras pasar varios filtros subimos también la colina sólo para descubrir un estadio tan pequeño que prácticamente donde te pares estarás cerca de la banda. Tan pequeño que esta noche no hay pasarela. Tan pequeño que casi en la parte final del concierto un aventurado fan se alcanzó a subir al escenario, pasó detrás de Martin, bailó apenas un instante junto a Dave y corrió hacia la orilla para bajarse por los buenas. Es el primer suertudo en la gira que veo que logra realizar tal hazaña.

Fue cuando el reloj apenas marcaba poco más de las 8 de la noche cuando Depeche Mode inició su concierto, con el sol ya ocultándose, por lo que al fin pudimos presenciar el jugo de luces y las proyecciones funcionando al 100 por ciento desde el inicio del show.

Todo marchaba de maravilla, las tres primeras canciones han emocionado al público. Dave prodiga sonrisas, aunque no coqueteos. Andy está lleno de energía. Pero oh, la maldición de Wrong llega una vez más. Al poco tiempo de iniciada Walking in my shoes algo sucede, algo parece desconectarse, todo deja de sonar. Entre risas, Dave parece culpar a Christian. Martin también se acerca a la batería y todos ríen. Esperan que en cualquier momento las cosas se solucionen. Las bromas continúan arriba y abajo del escenario. Pero no. La música no regresa. Peor aún, cuando la banda se va y los técnicos llegan a tratar de arreglar las cosas, algo truena y los leds de la pantalla se oscurecen por completo. Parece que nada prodría ir peor. Sin embargo, el ambiente es festivo entre el público, a nadie parece importarle la espera. Todos beben, fuman, ríen y bromean. El tiempo de espera nunca llega a hacerse tedioso, nadie se desespera.

Fotos: Ana SotoCuando finalemente la banda logra regresar al escenario lo hacen prácticamente desnudos: con apenas unas luces y sin proyecciones detrás. Son sólo ellos y nada más. Y eso es precisamente lo que vuelve excepcional a este concierto.

Fotos: Ana SotoSin nada de la parafernalia propia de las grandes giras mundiales, Depeche Mode demuestra que ellos solos, con su música, son capaces de llenar un escenario. La atención recae en las interpretaciones, en Martin y sus guitarras, en la voz de Dave, en Andy que esta noche se involucra más con cada canción y en especialemnte disfruta una de esas canciones viejitas que nos regalan en esta gira.

Y sin duda alguna, Home fue una de las canciones más esperadas de la noche, porque todos sabían que precisamente Martin estaba ahí: en casa. Y sí, regaló algunas miradas complices hacia algún punto indefinible de la audiencia.

Fue hasta el primer encore, hecho también por Martin, cuando la pantalla dio indicios de comenzar a funcionar y en Stripped todo regresó a la normalidad, es decir, fueorn sólo tres canciones al principio y tres al final en las que el concierto salió como se había planeado. El resto fue mejor de lo esperado. Porque pocas veces, se tiene la oportunidad de ver a Depeche Mode y nada más que a Depeche Mode, haciendo lo que mejor saben hacer: música para las (pequeñas) masas.

 

Fotos: Ana Soto